El Impacto del Aborto

¿Cómo el aborto me afectó a mí?

El aborto acabó con mi auto-estima. Yo no defiendo mis creencias y dependo tremendamente de lo que otros piensan que debo ser, o que debo hacer. Especialmente si son bien educados, yo creo que tienen mejor conocimiento y pueden tomar mejores decisiones que yo. -- Linda

Mi aborto me ha dejado con un sentimiento de vacío. Yo siento como si no fuera tan buena como los demás por lo que hice. Fui en contra de todo aquello que yo creía porque me faltó valor. Estoy furiosa con él, con mis amigos, y especialmente conmigo misma. Estas Navidades, mi bebé hubiera nacido. No puedo dejar de pensar en esto. No dejo de imaginarme a mi bebé -- Marguerite

Me siento pecadora, culpable y egoísta. Pienso que le fallé a Dios y a la crianza que me dieron. Todavía no puedo creer que hice lo que hice. Quiero sentir que he sido perdonada, y que estaré en el cielo con el Señor. -- Gerry

El aborto que tuve me ha causado que me cierre a todo contacto emocional tanto con hombres como con mujeres. Tengo tanto miedo de abrirme a una relación por temor a ser herida. Pienso que he hecho lo más malo del mundo – asesinar – y pensar que ni siquiera sabía en ese entonces que era asesinato. Lo sabía pero no lo sentía. ¿Cómo pude ser tan inconsciente, descuidada, insensible, estúpida? -- Patricia

Mi aborto me ha dejado con un vacío en mi corazón y en mi vida. Mi familia está en cierto modo incompleta. Cuando estamos todos juntos en la casa, tengo la sensación de que definitivamente alguien falta. He sentido mucho sufrimiento y remordimiento por el efecto que esto ha tenido en todos nosotros. Como madre, lucho con la realidad de que destruí a mi hijo -- Teresa

Este aborto me afectado haciéndome que me sienta inferior. Me ha hecho sentir que no merezco vivir. Me he hecho daño a mi misma quemándome, cortándome, o haciendo cualquier otro tipo de auto-mutilación para poder sentirme viva. He estado tan adormecida. Quiero vivir una vida normal y quiero que mi hija pueda crecer sin yo ser un escudo protector constante sobre ella. Siento que me la van a quitar por lo que he hecho y que debo de protegerla. Quiero tener una vida feliz normal para ella y para mi misma. -- Lisa

El aborto me ha hecho estar deprimida por los últimos 12 años (desde el aborto). Ha interferido en mi relación con mis hijos, especialmente con el mayor. Y aún, sigue interfiriendo con el resto de mis relaciones, incluyendo mi habilidad para amar (libremente) a mi esposo. Y, por supuesto, ha disminuido mi autoestima que de por sí ya era baja. Tengo un abrumador sentido de culpa por mi decisión de proseguir con el aborto -- Donna

Mi aborto me ha causado una severa falta de autoestima y de valor propio. Pero me ha hecho ser un fuerte apoyo de los asuntos pro-vida. He sufrido sola y el resultado ha sido el aislamiento auto-impuesto, de la sociedad hasta el punto de sentirme aterrada en funciones públicas. Mi necesidad de cuidar a mis hijos sobrevivientes se ha convertido en algo “sofocante” para ellos. No he podido mirar a las personas a los ojos por miedo a que pudieran leer mi secreto. -- Monica

Mi esposa y yo tuvimos un aborto antes de casarnos. Tratamos de ponerlo en el olvido, fuera de nuestras mentes. Pero todo cambió. Mi esposa se distanció de mí física y emocionalmente. Parecería que andamos a la deriva. Había entre nosotros un abismo que no podíamos cruzar. Yo me sentía furioso, solo, y cuando ella sacaba la conversación, me sentía tan avergonzado y amenazado por ella y por mi propio dolor que sencillamente la aparté de mí. Esto nada más empeoró las cosas. -- John

Por dieciocho años he estado sufriendo mi aborto. Estaba furiosa conmigo misma por no haber sido lo suficientemente fuerte para tener los niños. Me condené a mi misma como si Dios me hubiera condenado. Sentía que no merecía ser perdonada por lo que había hecho. Quería ser castigada, y ya que nadie me castigaba con suficiente severidad, me castigaba yo misma. No me sentía digna ni del amor de Dios ni de su perdón. El año pasado, encontré ese perdón. Acepté el perdón de Dios – que siempre estuvo ahí. También me perdoné a mí misma. No había aceptado a estos niños como míos – probablemente por la forma en que habían llegado – mediante el incesto --  -- Catherine

Mi aborto me ha dejado vacía, sola y desesperada. Me ha llevado a un lugar del que casi no podía regresar. El odio que siento a mi misma cada vez que me miro al espejo ha sido mi constante compañía por los diez últimos años. -- Lori

Las mentiras son lo que más me han afectado: la Gran Mentira que es todo esto, y todas las redes de mentiras que lo forman, los riesgos y todo lo que lo tapa. La verdad es que yo he sido afectada; una de las mentiras es que tú continuas tu vida sin ser afectada. Mi corazón se hizo frío. Sólo lucho por subsistir en una existencia vacía – no es una verdadera vida. Pretendía no estar herida pero lo estaba tremendamente -- Anne

Ahora me doy cuenta de que el aborto me hizo perder una parte de mi misma que nunca supe que estaba ahí – una persona confiada y amorosa hacia los demás y hacia mí misma. Levantó una pared frente a todos aquellos que estaban envueltos. He visto un lado de ellos que era más egoísmo que otra cosa. Mi experiencia tomó una parte de mi ser que perdí por años. -- Susan

Una cosa que me ha hecho el aborto es causar o promover un desorden alimenticio. Yo se que el aborto ha causado mucho del odio que me tengo que fue expresado en mi desorden alimenticio y en muchos otros problemas. -- Anónimo

Fue en el verano que cumplí 15 – ni siquiera estaba en la secundaria. El muchacho era mayor que yo y “malas noticias.” Tenía miedo. Mi mamá me dijo que no podía tener el bebé. Yo no sabía lo que quería lo que si se es que quería que todo se terminara de una vez, de una forma o de otra. Ahora, 25 años más tarde, y después del nacimiento de mi primer hijo a la edad de 40, el darme cuenta de lo que hice entonces es casi incomprensible. En todos estos años no pensé mucho en ello, como si no hubiera pasado, de todos modos, hice lo “correcto.” Ahora estoy llena de remordimiento, pérdida y culpa. Cada vez que miro a mi maravilloso hijo, me acuerdo del bebé que nunca tuvo la oportunidad. Pienso que no merezco alivio de mi culpa y mi dolor, es mi castigo por haber tomado una vida, la vida de MI PROPIO hijo. Me doy cuenta de que ahora veo esto con los ojos de una mujer adulta y no con los ojos de una adolescente. Quien sabe qué hubiera pasado. Pero de eso se trata… a lo mejor todo hubiera salido bien. Nunca lo sabré. -- Julie


 
 
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