¡El Viñedo de Raquel ha cambiado mi vida! Antes de ir
al retiro yo estaba bien deprimida. Me sentía sola en mi depresión y dolor.
Sentía que no podía llorar mi dolor porque era a causa de un aborto. Había
estado teniendo pesadillas cada noche por dos años antes de mi primer retiro.
No sabía quién era Dios, o lo que era la fe.
Ahora soy devota a la oración y tengo una fe fuerte en el
Señor. Las pesadillas se me quitaron al igual que la depresión. Conocí a
tantos hombres y mujeres maravillosos en mi grupo y ¡todavía estoy en contacto
con muchos de ellos! Yo se que no estoy sola. Lo que me dio ese fin de semana
fue maravilloso. Tengo un lazo muy fuerte con mi niño – Yo se que soy madre,
¡independientemente de que mi hijo esté en la tierra o no! Mi esposo y yo grabamos
su nombre en la placa para niños perdidos de “La Sagrada Familia.” Vamos a visitarlo
todo el tiempo.
Gracias por haber creado el Viñedo de Raquel. ¡Verdaderamente
toca la vida de tantas mujeres, al igual que de hombres! ¡Ayuda mucho a fortalecer
y a sanar el alma después del aborto! No se dónde estaría ahora en mi vida su no
hubiera sabido sobre el Viñedo de Raquel. ¡Yo lo agradezco y se que otros muchos
también lo agradecen! ¡Gracias!
Sufrí en silencio durante 12 años después de mi aborto, la pérdida de mi hijo.
Mi vida se convirtió en un infierno, y no me importaba si vivía o si moría. En
octubre de 1997 todo eso cambió. Asistí a un retiro del Viñedo de Raquel y comencé
mi camino de sanación. No sólo Dios me quitó el miedo, sino que también me permitió
tener un tremendo apoyo por parte de mis familiares y mis amigos. Ahora puedo llevar
el mensaje de esperanza y sanación a otros que sufren después del aborto.
He tratado una y otra vez de expresar la gloria que experimenté
en mi retiro en el Viñedo de Raquel. Es difícil de expresar con palabras el milagro
que tiene lugar dentro de ti. Porque ¿cómo uno explica el poder y el amor de la misericordia
de Dios y de su tierna mano extendiéndose desde el trono celestial, para reparar mi corazón
y hacerlo nuevo? Cuando el Señor toca al corazón afligido, la capacidad para amar, confiar,
y esperar es inimaginable.
¿Cómo puedo explicar el sentimiento de paz que envuelve y sostiene mi
corazón con una paz que sobrepasa todo? ¿Cómo puedo expresar la abundancia de gratitud al
darme cuenta por primera vez de que tengo esa calma en mi corazón, sin experimentar más el
miedo constante, la ansiedad y la condenación?
¿Cómo puedo describir en 48 horas, que me reconcilié con mi
Padre Celestial? El proceso de sanación sólo puede empezar con el perdón y el
reconocimiento de mi decisión de abortar a mi precioso bebé. Y ahora tengo el
regalo más grande de todos: el derecho de reconocer, nombrar, bautizar, llorar,
y dar dignidad a mi primer querido hijo.
Este año asistí al retiro del Viñedo de Raquel y la sanación que experimenté me ha
cambiado profunda y fundamentalmente. No sólo encontré el perdón de Dios sino que
Él hizo posible que me perdonara a mi misma. La sanación es posible. Hay esperanza.
Una parte de mi murió cuando tuve el aborto y la sanación de Dios me está restaurando.
El Retiro del Viñedo de Raquel restauró mi vida. Me siento completa
de nuevo, viva y capaz de amar.
Antes de este retiro yo estaba espiritualmente muerta. Estaba vacía por dentro.
Me sentí separada de Dios y de la Iglesia. En este retiro, ahora me siento viva,
y contenta de estarlo. Siento el amor de Dios dentro de mí.
Para cualquier mujer considerando la necesidad de reconciliar su aborto, el retiro
es un maravilloso regalo que puede hacerse a sí misma. Usted podrá experimentar la
tristeza, el sufrimiento, y la vergüenza en compañía de otras mujeres y hombres que
sienten lo mismo. Usted puede cambiar esta pena en esperanza con la ayuda de acogedores
consejeros y personas que la apoyan. A usted no se le apura ni se le empuja, por el
contrario se le da tiempo para reflexionar y para abrirse gradualmente al proceso sanador.
En este espíritu de penitencia y reconciliación este retiro trata el dolor y el sufrimiento
de mujeres que sienten que el pecado de su aborto las ha arrancado de su iglesia y de su fe.
Yo oí hablar de una extraordinaria organización llamada el Viñedo de Raquel, que
estaba trabajando por aquellas de nosotros que habían sido lastimadas por el aborto.
Tal pareciera que todo lo que hacían era para mí. Ellos entendieron el dolor y la
vergüenza que acompaña a la mujer después que aborta..
Yo me había dado por vencida, y pensé que no tenía nada más que ofrecer en la vida.
Había tratado todo tipo de consejería y terapia pero nada funcionaba. Estaba asustada
y recelosa de asistir al Viñedo de Raquel y tener que compartir mi historia.
Fue la mejor experiencia de mi vida. Ahora me siento como una persona nueva y más fuerte,
estoy lista para cualquier cosa que la vida tenga para ofrecerme.
Yo había recibido consejería pero nada podría prepararme para sentirme como me sentí
después de haber asistido al fin de semana del Viñedo de Raquel. Parecía que se había
encendido una luz en mi vida de nuevo. Salí de las tinieblas a la luz. Se me quitó un
gran peso de encima. Por fin podía llorar a mi bebé sin sentir la culpa que había estado
cargando por tanto tiempo. Mi bebé existía..
El Viñedo de Raquel me ha ayudado a tener esperanza. Cuando conocí a otras mujeres
que habían tenido abortos y que habían sufrido lo mismo que yo, no me sentí tan sola
nunca más. La sanación que experimenté en el retiro fue asombrosa y todavía continúa.
Las palabras nunca van a poder explicar la gratitud que siento por haber tenido la
oportunidad de asistir al fin de semana del Viñedo de Raquel. Por primera vez en muchos
años disfruté el poder ser YO misma. Tengo un tremendo sentido de paz y felicidad conmigo
y también con Jesús. Conocí a personas tan buenas que tuvieron la misma experiencia que
yo, que no me juzgaron. Cuando regresé a mi trabajo me dijeron que me veía diferente. Me
veía muy en paz conmigo misma. El Viñedo de Raquel me salvó la vida.
Antes de asistir al retiro del Viñedo de Raquel, estaba sufriendo en secreto a causa
de una severa depresión como consecuencia de mi aborto. Fue difícil hacer la primera
llamada telefónica pero cuando la consejera me dijo que ella también había tenido un
aborto sentí que ella me podía entender sin juzgarme. Antes del fin de semana empecé a
tener pánico porque no había sido totalmente honesta con ella. Entonces decidí decirle
mediante un correo electrónico que yo había tenido dos abortos. Ella me respondió por la
misma vía diciéndome que tenía muchas ganas de conocerme. Su respuesta me desconcertó ya
que yo estaba segura que ella me contestaría diciendo, en forma educada, que quizás yo no
era bienvenida.
Durante la primera noche, cuando las mujeres empezaron a compartir
sus historias, me sentí tan sorprendida ante la honestidad con que se expresaban,
totalmente vaciaron su alma. Cuando me llegó mi turno me sentía impaciente por poder
sacar todo esto de mi alma. Nunca pensé que tendría el valor de decirlo. La vergüenza
y el dolor que sentí por tantos años iban pasando. Tengo muchas esperanzas para el futuro.
La nube negra se había ido. El Viñedo de Raquel es un lugar seguro. Me alegro tanto de
haber ido.
Me siento verdaderamente privilegiada de haber hecho el fin de semana del Viñedo
de Raquel, y de que Dios me llevó hasta allí. Me siento más aliviada, y siento que
ahora puedo dejar el pasado atrás y vivir de nuevo. Cuánto desearía haber escuchado
hablar sobre el Viñedo de Raquel años atrás.
Llevé a mi hija a Inglaterra para que se hiciera un aborto. Pensé que la
estaba salvado de una vida de miseria. Qué equivocada estaba. Mi hija jamás ha
vuelto a ser la misma. Empezó a tomar mucho y a usar drogas. Su vida es un desastre.
Cuando oí hablar del Viñedo de Raquel sabía que tenía que asistir. Se me permitió
compartir mi dolor en un ambiente emocionalmente seguro. Se me permitió llorar la
pérdida de mi nieto, y expresar la vergüenza, la culpa y la desesperación que se
habían convertido en una carga muy pesada para mí. Ahora siento mucha paz en mi alma.
Se que Dios me ha perdonado. Tengo una nueva esperanza en mi corazón.
Yo supe que mi hija había tenido un aborto. Estaba devastada y me sentí muy culpable.
¿Por qué mi hija no vino a mí cuando estaba embarazada? ¿Qué había hecho yo para dar
lugar a que ella no me confiara su secreto? La vi cambiar delante de mis propios ojos.
No era la misma. Me torturé con la culpa. Cuando supe sobre el Viñedo de Raquel tenía
que tratar. Me sorprendió la amabilidad y la compasión que experimenté ese fin de semana.
Pude compartir mi dolor y mi sufrimiento por la pérdida de mi nieto.
Las palabras no pueden expresar cuán agradecida estoy de haber tenido la oportunidad
de ir al retiro. Estaba tan perdida, triste, sola, y temerosa. Ahora veo esperanza,
gozo y felicidad. Dios estuvo presente en cada paso del camino. El retiro fue excelente,
exitoso y dador de vida.
El retiro fue muy productivo al guiarme en las preguntas y sentimientos negativos
que yo había experimentado. El equipo estuvo muy claro al responder las preguntas
y al explicar de dónde vienen los sentimientos negativos y cómo terminar con ellos
y reemplazarlos con energía espiritual positiva.
Esta experiencia dejo ir sentimientos de sufrimiento y tristeza que yo había reprimido
por muchos años y que ni siquiera sabía que tenía. El apoyo y el compartir me ayudaron
tanto, tanto a identificar y a moverme por entre el dolor. Por fin me siento perdonada.
¡Gracias!
Este retiro ha sido la mejor experiencia de mi vida. Cuánto hubiera deseado asistir
a este retiro antes. Tenía miedo de ir porque había tenido tres abortos. Tenía miedo de
ser juzgada por haber matado a tres niños. Me sentí segura, amada y aceptada. Por fin pude
perdonarme a mí misma y dejar ir el odio que sentía hacia Dios. Usted debe de asistir
para poder sanarse. Por favor asista.
Este retiro ha sido un regalo y me ha ayudado inmensamente en mi sufrimiento
(tardé 24 años). Me ha ayudado a vivir y a amar desde este día en adelante. ¡Gracias!
Esta es una de las más memorables experiencias de mi vida. Nunca me olvidaré.
Mi primera impresión fue el ver cuán organizado era el retiro y cuántos toques
especiales había durante los tres días. Una sincera preocupación y amabilidad se
veía en cada detalle. Era verdaderamente un trabajo por amor, y ahora yo llevaré
ese amor y lo esparciré en el mundo.
Yo no hubiera podido alcanzar, en ningún otro lugar, el nivel de sanación
espiritual que he recibido este fin de semana.
Increíblemente significativo – liberador, enriquecedor -
después de tantos años de silencio nuestro dolor podía encontrar alivio.
Yo tuve un aborto cuando tenía 21 años. Yo era inmadura, egoísta, y tonta.
Con el pasar de los años no había podido perdonarme completamente por haber tomado
esa decisión. Nadie sabía del aborto por eso me tocó cargar la vergüenza y el dolor
por muchos año. A principio de año, estaba haciendo otro trabajo de sanación y
determiné que nunca me había perdonado a mi misma por haber tomado esa decisión.
Esta primavera asistí al retiro del Viñedo de Raquel y tuve que luchar con la pena
y vergüenza de haber tenido un aborto hace tantos años. Con el amor de Dios, con
esfuerzo y con las vivas meditaciones de las escrituras puede perdonarme a mi misma
y honrar a mi hija. Si usted ha vivido con la vergüenza, el arrepentimiento y el
dolor del aborto yo le recomiendo estos retiros para sanar su alma y verdaderamente
poder llevar amor a todas sus otras relaciones.
Por 24 años sufrí por mis abortos. Yo pensé que el tiempo curaría todo dolor,
pero por muchos años mi dolor se quedó conmigo. Yo vivía con culpa, vergüenza,
depresión, y sufrimiento. Después de 24 años busqué alivio en el retiro el Viñedo
de Raquel. Ahí encontré el perdón total en mi Señor y Salvador, y encontré la paz
por primera vez en años. Ahora puedo recordar a mis hijos abortados con cariño y
amor. Estoy libre de la culpa de mi pecado. El servicio memorial me dio la
oportunidad de rendirles honor a mis hijos. El respeto que ellos nunca recibieron.
El retiro me ayudó a dejarlos descansar en los brazos del Señor.
Después de mi aborto hace muchos años, sufrí mucho la pena de ser la causa de tal pecado.
Lloré varias veces deseando poder deshacer lo que había hecho. Busqué perdón en el Señor
y creo haberlo recibido, pero tenía problema perdonándome a mi misma. Muchos años después
cuando pensé que estaba curada, fuimos al retiro del Viñedo de Raquel. Descubrí que no había
lidiado con los sentimientos y las emociones que había enterrado profundamente dentro de mí.
El retiro me ayudó a establecer conexión con mi hijo. Las vivas escrituras pavimentaron el
camino para encontrar el perdón por parte de mi hijo. También me dio la fuerza para liberarme
de la culpa y entregarle mi hijo a Dios. Este retiro definitivamente me ayudó a poner fin a
todo esto.
Estuvimos todos abrazados con amor durante el fin de semana. Pudiendo ser honestos,
expresar, hablar, preguntar, y procesar cosas. El psico-terapista no tiene el mismo efecto.
Estamos enfrentándonos a algo más grande que lo psicológico. El sentimiento de que la madre
ha destruido al hijo, está entre usted y Dios. Está más allá de lo psicológico. Es espiritual
y tenía que lidiar con él a ese nivel.
He pasado por 14 años de terapia y antidepresivos. He confesado mi aborto cien veces.
Justamente cuando pensaba que no podía soportar más dolor, encontré el Viñedo de Raquel.
Este fin de semana literalmente salvó mi vida.
Fue un fin de semana muy intenso y fuerte. Pudimos alcanzar mucho.
Estuve sorprendida por el sentido de apoyo que sentí. Por primera vez, estaba bien hablar
de lo ocurrido y saber que todos habían experimentado los mismos sentimientos. Las Escrituras
son muy útiles para restaurar la paz. Nos permiten enfrentar el miedo y vencerlo, nos dan
un tiempo de justo dolor y sufrimiento y representan un nuevo punto de partida para vivir
libres de culpa.
Dudé en venir porque sabía que iba a ser intenso y no
estaba 100% comprometida con todos los conceptos religiosos (o por lo menos no
creía en ellos hasta que pude verlos con mis propios ojos). El retiro del Viñedo
de Raquel sobrepasó todo lo que esperaba. Nunca he presenciado tanta sanación y
alivio de cualquier otra cosa que yo haya experimentado u observado.
Este retiro ha sido un despertar y algo que me cambió
la vida. Me permitió ponerme en contacto con mis pasadas pérdidas y dolor.
Yo siento que cualquier mujer que haya tenido un aborto debería de venir al
seguro santuario del Viñedo de Raquel para experimentar la sanación y el
perdón. Fue muy significativo el conocer a personas que entendieran mis
pérdidas y dolor. Todos fueron muy afectuosos, amorosos y tolerantes.
Fue el mejor fin de semana de mi vida. Por primera vez en
20 años pude compartir mi sufrimiento, mi culpa, y mi enojo. Pude llorar la
pérdida de mi bebé. Pero más importante aun, pude creer que ella ahora vive
con Jesús. Por un corto tiempo casi pude tocarla, cargarla, y verla. Por esto
siempre estaré agradecida. Sentí a Jesús llamándome, atrayéndome hacia si,
un sentimiento que no puedo ni olvidar ni negar.
El Viñedo de Raquel es un regalo, directamente, en cada
detalle, personalizado de parte de Dios Padre, de Jesús mi Señor y por último,
de la presencia del Espíritu Santo. Yo siento su presencia dentro de mí ahora por
primera vez en mi vida, realmente. El Viñedo de Raquel tiene un contenido diversificado
y un maravilloso proceso de emociones, especialmente aquellas de auto-condenación. Hubo
la oportunidad para un crecimiento personal a mi propio paso y ritmo. Este retiro ofrece
la gran oportunidad de que el Espíritu Santo al fin se haga personalmente presente. Ha
venido hacia mi una gran sanación espiritual, física, y emocional.
Este ha sido uno de los más memorables y maravillosos
eventos personales de mi vida. De no haber venido y participado, hubiera
continuado siendo un alma que vagaba sin propósito alguno. Ahora estoy en
mi nuevo camino de paz estando llena del Espíritu Santo. Encuentro muy
significativo, el que Dios verdaderamente perdona, por tanto, puedo perdonarme
a mí misma. Por otro lado, todos nuestros bebés son creación de Dios y están
felices en su vida eterna en el cielo esperando ser reunidos con sus madres.